Si bien la jornada de este Domingo 10 de Noviembre comenzaba con un clima frio, golpeando en el estado de ánimo de los bloqueadores. Una brisita de aíre partía las mano, dar paso a una ambulancia te hacia entrar a los charcos. La mayoría en los puntos buscaba el cobijo debajo de un árbol algunos vecinos sacaron unas sillas, no faltó el que llegue con el termo de café.
Conforme el día tomaba forma, llegaban las noticias “Renunció el ministro de minería” “ el de hidrocarburos” “Ya le tocó al Canelas”, eran los comentarios en las calles. Poco a poco los ministros renunciaban.
Al promediar las 16 horas, un video del avión FAB-001 despegado de la base aérea del alto sin rumbo conocido, daba esperanzas al pueblo en las calles. Las redes sociales una vez más escupían mensajes de toda índole, planes de vuelo, fotografías, videos, audios, confundían a todos.
Fue a las 16:52 que en una transmisión realizada desde el trópico cuando Morales, acompañado de Linera y Montaño “»Estoy renunciando para que mis hermanas y hermanos dirigentes, autoridades del MAS no sigan hostigados, perseguidos, amenazados. Quiero decirles la lucha no termina acá, vamos a continuar con esta lucha por la igualdad y la paz. Lamento mucho este golpe», mencionaba Morales.
La algarabía no se dejaba esperar, abrazos gritos, lágrimas, reinaban en las calles, los petardos eran lanzados hacia el cielo y no hacia la humanidad de otros bolivianos.
En el caos del festejo un grupo de vándalos intentaba tomar las instalaciones de Toyosa en la avenida América. Los vecinos que se encontraban en las cercanías inmediatamente salieron en defensa de esas instalaciones, con gritos “ Nosotros no somos como ellos!!!”, “Dejen esas cosas”, “Llamen a la resistencia”, hombres y mujeres se enfrenaron a los casi 20 maleantes, haciéndolos escapar por las calles aledañas. No tardó en llegar el apoyo y miembros de la Resistencia y de la Policía no pudieron hacer nada, cuando se camuflaron entre la gente.
Los festejos continuaron pese a la sensación de ser un poco precipitados.
Un poco más tarde las fiesta se transformaría en confusión y nuevamente las redes sociales serían las protagonistas de mensajes de todo tipo que confundirían a la población. Están entrando al castillo, quieren llegar por Tiquipaya. Lo cierto es que por esa noche la batalla se libraría en La Paz, enfrentamientos en la 23 de Calacoto, 35 buses Pumakataris quemados, la casa del Waldo Albarracín quemada, al igual que la de Casimira Lema. Intentos de saqueos, pero la organización vecinal pudo colaborar con la policía para apaciguar las cosas. Los vecinos se mantendrían alertas por el resto de la noche.
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